martes, 8 de mayo de 2012

Para qué necesitamos la Pedagogía?


ANÁLISIS DEL PENSAMIENTO DE FERNANDO RIELO.

La pedagogía es el arma con la cual los docentes de todos los tiempos han intentado cultivar en sus educandos el saber de las ciencias y la aplicación de las mismas, sin embargo con la imperfección del ser humano y el facilismo que esta conlleva nos hemos olvidado del amor que le debemos poner a todo lo que hacemos. Esa despreocupación u olvido insta a Rielo a formular para todos aquellos que estamos de una u otra forma en el camino de la enseñanza, la pedagogía del éxtasis, concebida como la voluntad del ser humano para mirar y dirigirse hacia adelante, de tratar siempre de superar sus propias limitaciones, de convencerse que el mundo Dios lo creó para todos y que para todos deben ser los beneficios de las ciencias.
Éxtasis es la forma como elevamos nuestro espíritu hasta conseguir lo que anhelamos, teniendo siempre como norte la firme decisión de servir a todo aquel que necesite y a la vez transmitir todo aquello que la vida ha puesto en nuestra experiencia. Rielo es un visionario no porque se adelantó a su tiempo, sino porque tomó lo que siempre ha estado allí con el ser humano, lo que Dios concedió a sus hijos imperfectos, el espíritu de lucha y el amor que se debe poner a todo lo pretendemos realizar. 
Y es que actualmente estamos demasiado preocupados por llenarnos de conocimientos,  técnicas y estrategias que parecen ser soluciones, pero que solo llegan a convertirse en fantasmas de media noche, en espejismos que pululan en nuestra conciencia y que nos abstraen de lo verdaderamente importante. Estamos ante un mundo lleno de consumismo de egoísmo y confrontaciones, y es con esos fines con los que estamos tratando de cultivar nuestro intelecto y es por eso precisamente que estamos fracasando como profesionales, como padres, como maestros y sobre todo como personas.
“El desarrollo de la conciencia extática es signo de normalidad, no solo espiritual y ética, sino también psicológica”[1].  Lo anormal es la actitud que el ser humano adopta en su preparación o la adoptada a la hora de querer preparar a otros. Rielo expone con claridad una sentencia lógica e ineludible, porque quién más normal que aquel que intenta superarse día con día y que con su preparación busca el servicio y la satisfacción de las necesidades comunes de todos quienes le rodean. No basta con saber y ser, hay que dar y hacer para que tenga verdadero sentido el avance y desarrollo vertiginoso de las ciencias.
Es hora entonces de asumir la responsabilidad social de la preparación académica y social, que sea una preparación para la vida, que dependa de educadores y educandos establecer una verdadera voluntad de superación, que el éxtasis que Rielo promueve se perennice en cada ser que se prepara y que el humanismo que Dios quiere en nosotros permita que la educación y la convivencia entre los seres humanos permita desarrollarnos en igualdad de condiciones, sin prejuicios ni estigmatizaciones de ningún tipo.


[1] F. RIELO Tratamiento sicoético de la educación

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